El pasado viernes 23 de octubre, en la sala Acuña de Figueroa del Palacio Legislativo, se realizó la actividad “Diálogo para invertir en la infancia y adolescencia”, una mesa de discusión en la que participaron las senadoras Silvia Nane (FA) y Carmen Sanguinetti (PC), el diputado Álvaro Viviano (PN), el Dr. Gonzalo Zunino (Economista e Investigador), el Dr. Gustavo de Armas (Oficina de la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Uruguay) y, en representación de la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales Orientadas al Desarrollo (ANONG), la Lic. Cristina Prego y el Lic. Marcelo Ventós.
Pasadas las nueve de la mañana comenzó la actividad en el Palacio Legislativo, con una sala completa por referentes de diferentes organizaciones sociales, organismos del Estado, representantes nacionales y dirigentes políticos. La primera mesa de diálogo estuvo integrada por la senadora Silvia Nane, el diputado Álvaro Viviano y el Dr. Gonzalo Zunino, mientras que en la segunda participaron el Dr. Gustavo de Armas y la senadora Carmen Sanguinetti.
El diputado Viviano fue quien abrió las exposiciones y comenzó su presentación reconociendo los avances que en los últimos años Uruguay ha tenido en materia de gasto público social: “sería injusto no valorar esos procesos”. También enfatizó que el punto de partida de este presupuesto “es muy complejo, no solo desde el punto de vista de las cuentas públicas, sino también por los efectos de la pandemia”.
El economista Gonzalo Zunino coincidió con este aspecto, reconociendo las complejidades que tiene este presupuesto y las incertidumbres que genera el futuro. Enfatizó que estamos en un escenario en el que se anticipa un aumento de la pobreza -según el Instituto de Economía (ICEON) unas 100.000 cayeron por debajo de la línea de la pobreza en abril de este año- y que esa pobreza impactará más en hogares con niños, niñas y adolescentes. Continuó afirmando que es aconsejable para el próximo año, relegar la meta de bajar las cuentas públicas y dar espacio a otros objetivos. “Las consecuencias que se podrían gestar en caso de no recurrir al aumento del gasto público, en términos de pobreza y de destrucción del tejido empresarial, pueden ser más costosas que ese incremento inicial de la deuda”, añadió Zunino.
Este es un aspecto que se ha señalado desde las organizaciones sociales. ANONG ha expresado que el presupuesto toma como referencia la situación del país pre-pandemia y no recoge el impacto negativo que esta crisis genera en niñas, niños y adolescentes. En un contexto de desaceleración económica global, el gasto público del MIDES, ASSE, INAU, ANEP y UdelaR para el próximo período será menor del tuvieron en el 2019. Esto refleja una postura contraria a la de la gran mayoría de los países del mundo y a las orientaciones de los organismos multilaterales más relevantes del mundo.
En ese sentido, la senadora Silvia Nane también hizo referencia a que organismos internacionales como la CEPAL, el Banco Mundial y el Fondo Monetario, están hablando de un nuevo pacto social, del rol central que tiene que tener el Estado y de avanzar por contratos sociales que sean más inclusivos, progresivos y que generen cultura de igualdad. “En este presupuesto no encontramos en forma trazable elementos que nos permitan saber qué vamos a hacer con las consecuencia de la pandemia”, concluyó Nane.
El Dr. Gustavo de Armas abrió su presentación remarcando que hay una relación positiva entre la inversión social y el nivel de desarrollo de un país, “la inversión que hace un país en políticas sociales mejora el nivel de desarrollo”, y agregó que los esfuerzos que ha hecho Uruguay en materia de inversión en infancia no son suficientes a la luz de la evidencia empírica. La senadora Carmen Sanguinetti, por su parte, coincidió con De Armas en relación al sesgo pro adulto que tienen las políticas sociales en Uruguay y agregó que “en el 2018, el 50% de los nacidos tenían al menos una necesidad básica insatisfecha, y de las personas mayores de 80 años, el 10% tenían una necesidad básica insatisfecha.”
El encuentro sirvió para dialogar y problematizar acerca del Presupuesto Nacional y la inversión que el Estado realiza en la niñez y la adolescencia. Fue organizado por la ANONG, en el marco de sus proyectos Tejiendo Redes de Infancia y Fortalecer Participar Incidir, este último que cuenta con la financiación de la Unión Europea.
Incidencia en el presupuesto 2020-2024
ANONG viene desarrollando observaciones y recomendaciones al presupuesto nacional. El 2 de octubre referentes de la plataforma mantuvieron una reunión en el Palacio Legislativo con la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en la cual presentaron una serie de aportes a ser tenidos en cuenta en el proceso de aprobación del presupuesto nacional.
Dentro de los aspectos que ANONG señala que deben ser mejorados en esta ley, se enfatiza la preocupación por los efectos que la crisis tendrá sobre las niñas, niños y adolescentes, y el hecho de que este presupuesto no prevé ese aumento en la demanda de asistencia. En esta coyuntura el Presupuesto Nacional no solo no fortalece las áreas que son claves para hacer frente a la crisis social, sino que congela su presupuesto. De esta forma, MIDES, ASSE, INAU, ANEP y UdelaR recibirán un presupuesto menor al que tuvieron en 2019. Además, entre otras puntualizaciones, se manifiesta la preocupación por el lugar que van a tener las Asignaciones Familiares que salen de la órbita del BPS e ingresan a la del MIDES.
La mesa de diálogo que se llevó a cabo, aún encontrando visiones diferentes sobre el Presupuesto Nacional, marcó una clara coincidencia en la relevancia que tiene la inversión en infancia para un país y dejó en evidencia que el presupuesto sigue manteniendo el sesgo histórico pro adulto en la asignación de los recursos.
En conclusión, a mayor gasto público social, mayor nivel de desarrollo humano; lo que es un hecho comprobado y un compromiso ético con las personas más desfavorecidas y vulnerables de nuestro país.
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