Desde octubre, la fundación América Solidaria en Uruguay es parte de ANONG. Conversamos con Javier Pereira, director ejecutivo de la organización, sobre el trabajo que esta realiza y sus objetivos.
¿Cuándo y con qué objetivos nació América Solidaria?
El foco central de América Solidaria es la niñez y adolescencia, trabajando para superar realidades de vulnerabilidad social a través de una red de voluntarios que quiere trabajar junto con la comunidad.
La organización nace en 2003 a partir de la iniciativa de un grupo de profesionales chilenos que querían comprometerse con la realidad social en Haití. En base a esa decisión, entendieron necesario insertarse en la comunidad haitiana para trabajar por la infancia y la adolescencia desde sus profesiones. Luego de Haití, la Fundación se extiende a otros países del continente.
La idea fuerte de la organización es la de construir lazos de solidaridad entre los distintos países del continente. Así como se globaliza la economía y las oportunidades de negocios, queremos globalizar la solidaridad y construir lazos de cooperación, apoyo y hermandad entre los países.
Se hace a través de profesionales que se postulan para ser voluntarios, y de acuerdo a las necesidades que hay en cada país, son seleccionados y van a trabajar junto a las comunidades.
En Uruguay, nuestra fecha fundacional es el 15 de abril de 2014, cuando nuestra primera voluntaria se va a Ecuador. Desde entonces, hemos continuado la experiencia de enviar voluntarios a otros países de América y que voluntarios de otros países vengan a Uruguay.
¿Cuáles son sus principales líneas de acción?
América Solidaria tiene dos líneas de trabajo: la línea de proyectos de desarrollo de capacidades y la de educación en solidaridad global.
Los proyectos de desarrollo de capacidades los llevan a cabo los voluntarios internacionales que son seleccionados para trabajar junto a la comunidad en territorio, y que permanecen durante un año. Apuntan a desarrollar una capacidad concreta, como por ejemplo, implementar un programa de lectoescritura, poner en marcha una unidad de apoyo a la inserción laboral, o implementar un programa de trabajo con familias. Son proyectos concretos, que buscan desarrollar una capacidad, y que una vez que esto se logra, nos retiramos para que la comunidad siga adelante por sí misma.
Por otro lado, nos dimos cuenta que para promover una cultura solidaria y tener profesionales que se comprometan con las comunidades debíamos trabajar la solidaridad desde antes. Ahí desarrollamos la línea de educación en solidaridad global que se lleva a cabo por medio de cursos, talleres, campamentos educativos; que buscan que los adolescentes identifiquen necesidades en su comunidad, piensen posibles soluciones y las pongan en práctica.
Esta línea ha crecido mucho en Uruguay últimamente. A raíz de esto, se generó una red de adolescentes que realizan proyectos en su comunidad, quedando conectados entre sí. Esta red, que se convirtió en un movimiento, es para nosotros el corazón de la organización. Ellos son el presente y el futuro de la América Solidaria.
¿Dónde desarrolla sus actividades?
América Solidaria está presente en 8 países: Haití, Chile, Perú, Colombia, México, Estados Unidos, Argentina y Uruguay.
En Uruguay, actualmente estamos con presencia permanente (con voluntarios que viven en la comunidad) en dos lugares: en el Municipio F de Montevideo, en un proyecto que realizamos en alianza con JPC para prevenir el maltrato infantil por medio del fortalecimiento de la Red Camino Nordeste. Y en Durazno, en un proyecto que realizamos en alianza con INAU, que busca promover la participación y protagonismo adolescente.
Después tenemos cursos para promover la participación y la implementación de proyectos juveniles que realizamos en diferentes puntos del país. Este año estamos realizando actividades en los CECAPs de Salto, Rivera y Toledo, las comunidades rurales de Carlos Reyles, Grecco y Arévalo, y en Centros Juveniles de Sarandí del Yi, Carlos Reyles y Durazno. Pero esto cambia cada año.
¿Qué razones motivaron a la América Solidaria a integrar ANONG?
Hasta ahora veníamos en un proceso de consolidación institucional, concentrando las energías en la puesta en marcha de la Fundación. Habíamos participado en ámbitos de coordinación institucional, como en la Mesa Nacional de Voluntariado, pero sentimos la necesidad de dar un paso más y trabajar de forma más articulada con otras organizaciones, tratando de ir aportando a una agenda de incidencia que es muy necesaria. En ese sentido, ANONG aparece como uno de los espacios en los que queremos estar presentes, sumarnos y enriquecernos del trabajo de las organizaciones.
Para más información sobre la organización, visitar https://americasolidaria.org/