El CLAEH presenta su Diploma en Cooperación Internacional, a realizarse durante el segundo semestre de 2015.
El curso tiene como objetivo general crear, fortalecer y actualizar capacidades individuales e institucionales de las entidades del Estado y de la sociedad civil para la identificación de fuentes de financiamiento y, principalmente, para el diseño, la gestión, implementación, monitoreo y evaluación de las actividades, proyectos y programas financiados con recursos de cooperación internacional.
La cooperación internacional ha sido y sigue siendo un instrumento útil al servicio de las políticas y planes de desarrollo de los países receptores, así como una herramienta de política exterior de los países donantes.
No obstante, la frontera entre países donantes y receptores se está borrando a raíz de la creciente complejización de la arquitectura de la ayuda internacional con la aparición de nuevos donantes no tradicionales, fondos globales y filantropía.
Desde la década de 2000 se ha puesto en marcha el proceso de reforma para la eficacia de la ayuda, basado en cinco principios: apropiación, alineación, armonización, gestión por resultados y rendición de cuentas mutua.
Por su condición de país de desarrollo medio, la cooperación internacional recibida por Uruguay nunca ha sido muy elevada en términos de volumen de recursos. De todos modos, siempre ha tenido un valor estratégico para nuestro país por su capacidad de introducir temas en la agenda política y social, por su rol de apalancamiento de proyectos piloto, por el apoyo a la sociedad civil durante la dictadura y en la apertura democrática, entre otros.
En los últimos años, el país ha dejado de ser elegible para muchas de estas fuentes de cooperación, porque los recursos se encuentran cada vez más concentrados en los países más pobres o en la ayuda para manejar los bienes públicos globales (como salud pública o medioambiente). Esta tendencia está siendo agravada por la reciente crisis financiera en los países desarrollados.
Estas transformaciones a nivel global exigen una adaptación, fortalecimiento y generación de capacidades por parte de las instituciones y las personas para realizar una búsqueda proactiva de socios de cooperación y recursos, y para gestionar eficaz y eficientemente la cooperación internacional, tanto la tradicional Norte-Sur, como las nuevas modalidades Sur-Sur y triangular, para que esta se oriente a resultados de manera de obtener el mayor impacto en beneficio del desarrollo de las personas y del país en su conjunto.
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